domingo, 1 de agosto de 2010

muy pronto!

hola! espero que les haya gustado el blog! quisiera tener mas tiempo para poder subir todos los capitulos! quizas la próxima semana subo el cap. 9! que esta muy emocionante! y ni que hablar del capitulo 10! les promento que les va a dejar con la boca abierta! besos! :)

miércoles, 2 de junio de 2010

Capítulo 8 Recuerdos y una guerra de comida. Narrada por Onix

Mira- me señalo en dirección a los árboles, el sol se ponía entre ellas. Luego de unos minutos desaparecio.
Hermoso simplemente- dijimos al mismo tiempo, luego suspiramos- Un final perfecto, no?- agrego ella.
Mmm... si con perfecto te refieres al anochecer si, pero... el día...- hize una pausa, nos miramos y luego de unos segundos en silencio nos reímos, en ese momento llegó Liam.
- Que es tan gracioso?- Dijo sentándose detrás de nosotras.
- Lo de esta mañana- Dije yo.
- Ah, si, solo tú podías hacer eso...- Empezó Liam.
- No fue mi culpa, el tonto de Sebas tiró alto y yo no salto taan alto en mi forma humana, lo sabes- Dije cruzandome los brazos. No podia fingir estar enojada con lo de esta mañana en mi mente.
“ Flash Back”
- Tuya Onix!- Gritó Sebas tirando el frisbee a mi dirección, lo tiró demasiado alto y no lo pude atrapar. No había mucha gente, voltee a ver a donde había ido el frisbee, no estaba tan lejos sin embargo le había dado en la cabeza a una chica sentada en un banco, la podía escuchar quejarse... “AUCH, MI CABEZA, QUEMA, QUEMA, QUEMA!”. En el suelo se hallaba el frisbee y un libro, extrañamente familiar, voltee a ver a los chicos y supe de inmediato que pensaban lo mismo que yo.
- Voy yo, si?- Dije dirigiendome a donde se encontaba la chica, Liam solo asintio, parecía molesto. La chica saltaba, noté que se le había derramado el café por la ropa, aguante la risa hasta que llegué junto a ella.
- Estas bien? – Pregunté, volteó a verme, era, a mi parecer, una simple humana, aunque tenía un aire distinto a los demás humanos.
- Si, quema- Dijo ella con cara de dolor.
- Lo siento, no lo pude atrapar. Te ayudo? – Que vergüenza y todo por el tonto de Sebas.
- No, gracias, iré a casa a cambiarme, total la blusa ya está manchada- (Debo saber más de ella), pensé, (piensa Onix, piensa)- Por cierto, me llamo Onix.-( Lo único que se te ocurre es presentarte?) le dije estirando mi mano.
- Hola, soy Fernanda. – Dijo estrechando mi mano, espero que no haya notadao la diferencia de temperatura...( Debo hacer algo... pero que... un saco!)
- Encerio te ayudo, alla tengo un saco, no es muy lindo, pero está limpio- Dije apuntando la combi.
- Bueno, ya que insistes- Dijo ella tomendo sus cosas, pero se olvido del libro.
- Ese libro es tuyo, no?- Dije señalandolo
- Si, me lo pasas por favor? – Me pidió amablemente. Lo alcé y busqué la firma ( maldición, si es)” D.D”.
- Sabes quién escribió este libro?- Tartamudeé de la histeria pero aun estaba bajo control.
- Un tal D.D, por?- (Una!, por qué!? Por qué!? Porque quizá sea un libro con muchísimos secretos que tú no deberías saber!) me tranquilizé después de explotar en mi mente.
- No, am, por nada, vamos.- Dije caminando hasta el grupo. Aún miraba el libro,( que pasa si ella fuera uno de ellos y la esten buscando... no, no tiene su olor).
- Ellos son mis hermanos. El es Liam, Ryan, Sebas y Lucas- Dije señalando a cada uno de ellos, se miraron unos a otros, sabía lo que pensaban” por qué ella tenía el libro...”.
- Em, Fernanda, en el auto está el saco, Sebastian, la puedes ayudar por favor? – Le pedí y luego miré a Liam- Tengo algo que arreglar aquí.
- Claro, hmm, ven. Dijo Sebastian molesto. Liam me llamo, estaba un poco más alejado, fui junto a él y empezó el regaño.
- Onix, que haces? Puede ser uno de nuestros enemigos, tiene el libro?, no lo entiendes, le pueden hacer daño a...
- No seas tonto estúpido Alfa!- Lo interrumpí- Mantén cerca de tus amigos y más a tus enemigos, no?- se quedo callado por unos segundos, me di la vuelta y me senté en el cesped. Fernanda ya tenía el saco, le quedaba bien, debo admitir (claro, era mío, ji ji) sebas le susurró algo a Liam. Fernanda venía junto a mí, estaba ojeando rápidamente hasta llegar al capítulo de brujas, solo habían unos cuantos párrafos, y luego estaba todo en blanco, por suerte, ella se sento a mi lado, la mire y sonreí.
- Ya volviste, te queda- Dije viendo como le quedaba, eramos de la misma talla.
- Si, gracias, pasa mañana por el colegio y te lo doy, te parece?
- Esta bien, nos vemos, hmmm, toma tu libro- Dije pasando el libro a regañadientes con una superfingida sonrisa, me levante ágilmente y fui con Liam, los demás nos siguieron.
- Cuando caminabamos, Liam me aviso que ella ya estaba en casa.
“ Fin del flash back”
Seguía riendome de eso… cuando Liam empezó otra vez.
- No me refería a lo del frisbee- Dijo serio tratando de ocultar sus pensamientos de esa parte.- Me refiero a que solo tú podías hablar con una desconocida y que al parecer es nuestra enemiga.
- No creo que sea nuestra enemiga. -Dije bajando la cabeza -nisiquiera... nisiquiera tiene idea de lo que pasa.
- A que te refieres?- Preguntó mi rubia.
- A que... no tenía idea de quienes éramos y no sabía absolutamente nada del libro, además ví el libro, tu libro, y... las partes de hombres-lobo y brujas aun estaban con el hechizo- Lo último dije despacio. Ambos se quedaron pensando en mi referencia, Liam se calmo, pero era demasiado orgulloso para admitir que estaba en lo correcto y... mi Rubia... apuesto a que estaba pensando en como obtener su libro de vuelta- Ya está todo arreglado- Dije de repente, él me miro confundido mientras que ella, con curiosidad sabía que me refería a su pensamiento. – Le di mi saco, tengo que buscarlo mañana, entra en un colegio, no muy lejos de aquí; se acuerdan de que quería terminar mis estudios?- Trate de aclararles mi plan, ella sonrió, comprendió lo que trataba de hacer.
- Woow! Onix, a veces te funciona el coco! – Me dijo golpeando mi cabeza, la fulmine con la mirada por un momento y luego reímos, Liam ya lo sabía, se lo había dicho cuando veníamos en forma de lobos.
- Oigan! Cuando se acuerden de que hoy es su turno de cocinar me avisan, tengo hambre!- Grito Lucas desde la ventana y luego se escucho en “tenemos” de Sebas y Ryan.
- Oh! La cena... – Fuimos adentro a preparar la comida, mientras yo hacía los fideos, la rubia ponía la mesa y Liam preparaba la salsa, Ryan y Sebas ya estaban sentados en la mesa. ( siempre nos turnábamos para hacer hacer las cosas de la casa), cuando el fideo ya estaba listo, lo lleve a la mesa, lanzando el pan por la cabeza de Lucas, hoy tenía algo con las cabezas... Lucas se paró del sofá, furioso cambió de fase.
- Ella fue! Dijimos al mismo tiempo la rubia y yo apuntandonos una a la otra. Lucas comenzó a perseguirnos. Nosotras corríamos y reíamos a la vez, mientras Sebas y Ryan nos tiraban fideos y viceversa.
Lucas “ el lobo feroz” nos seguía persiguiendo, la comida volaba por todos lados hasta que alguien salía de la cocina con la salsa, el único alimento que quedaba, un pan, fue en dirección a la cabeza de Liam, que apenas lo había notado, lo atrapo ágilmente.
- ¡ Que rayos sucede aquí!- Gritó furioso. Lucas aún nos perseguía hasta que nos escondimos detrás de Liam.
- El perrito nos quiere morder!- Dije yo aguantando la risa.
- Liam, controla a tu perro!¡Sacalo afuera!- Dijo la rubia y Lucas le gruñó.
- Lucas, basta! Ve a tu cuarto, calmate y cambiate- Dijo Liam con... a mí me pareció o eso fue su voz de Alfa? Lucas bajó la cabeza y obedeció.
Yo reía en silencio, fuera de control, sin querer se me escapó un chillido. La comida estaba por todo el comedor, Sebas, Ryan y la rubia estaban callados, más bien asustados y Liam echaba humo por las orejas.
- Deberan limpiar todo esto y lo saben- Dijo él serio, más calmado, todos asentimos. Lucas había vuelto y todos nos pusimos a limpiar.
Cuando terminamos estábamos super cansados, tirados en la sala, yo estaba recostada por Ryan en el sofá, a mis pies, la rubia sentada en el piso con su cabeza apoyada por el sofá, Sebas a lado de la rubia recostado por su hombro y Lucas semi muerto en el suelo. Mientras Liam salía de bañarse vestido solo con un short corto y la toalla por el cuello.
- Veo que ya terminaron- Dijo secandose el cabello con la toalla- Están libres por hoy- Agregó- Hoy no tenemos patrulla- Dijo, y al fin, lo ví sonreír.
- Woow! – Gritó Ryan sin ganas.
- Ok. Ahora vayan a ducharse.- Dijo Liam diriguiendose al teléfono.
- A quien vas a llamar?.- Preguntó la rubia. Los chicos se levantaron y fueron a preparar su ducha.
- Creo que ordenaremos pizza, ya que la cena estaba por las paredes.
- Aww! Mi hermanito sexy!- Dije apretandole las mejillas y fuia ducharme y él me tiró un beso, como un modelo tonto.
Después de que las bestias y nosotras nos ducharamos, la rubia y yo estábamos hablando en nuestro cuarto.
- Hey apple! Que dijeron hoy en su reunion lobuna- Pregunto sentandose en la cama y cruzando sus piernas.
- Nada, les dije para que asistiera al colegio para tu sabes...- En eso escuche las repiraciones de tres perritos tontos... y como mis pasos son suaves y rápidos, abrí la puerta y estaban ellos tres, Ryan me alzó como bolsa de carga, Sebas y Lucas fueron por la rubia, nosotras les pateabamos y pegabamos, nos llevaron en la pieza de Liam y Sebas y nos tiraron en la cama, llavearon la puerta por fuera.
- Locos! Gritamos y golpeamos la puerta, se escucharon unos pasos y ellos se fueron corriendo en la pieza de Lucas y Ryan. En ese momento Liam abrió la puerta y nos miro con cara sorprendida.
- Hola.. hmmm.. jeje- Dijimos y salimos apresuradamente hacía la otra pieza de varones para regañarlos, note en los ojos de la rubia un pequeño brillo al mirar a Liam..

martes, 18 de mayo de 2010

Capítulo 7 Nuevo hogar. Nueva familia. Narrada por D.D.

Algo me impulso, casi me obligó a que vaya en su búsqueda. Salí del bosque, sin decirle a nadie a donde me dirigia. La sed de vanganza se adueño de todo mi cuerpo, ella me manejaba a su antojo. Caminé con pasos más rápidos, sin mirar a nadie, solo concentrandome en mi único objetivo, encontrarlo y asesinarlo. No estaba tan segura de poder hacerlo, él es y eso era más fuerte que yo no tendría ni la más mínima oportunidad, sola no, sola nunca podría hacer, lo intentaría, pero sería en vano, talvez mi plan se diera al revés y yo sería la que muriese, pero al menos lo habría intentado.
¡Asesino!- pense, desearía gritarlo muy fuerte hasta que se me acabe la voz.
No estaba segura de adonde me dirigía. Pero yo sabía que él estaba por aquí, no muy lejos, eso me dijeron y también lo podía percibir.
Me sentía tan impotente, yo sabía que nada podía hacer, llegué a una esquina me detuve ahí por un rato, respire hondo y empecé a ordenar mis ideas, y a tranquilizarme. Mire a mi alrededor, hojas cayendo los árboles lentamente, como si fuera que todo pasara en camara lenta, era tiempo de volver.
Suspire.
Hoy no era el día que yo acabe con él, no me sentía con fuerzas, aunque yo sentía la necesidad, yo sabía que no podría. Di media vuelta en el lugar en donde me encontraba, las calles parecian más largas y estaba a punto de ponerse el sol. Entonces decidí volver, me adentré de nuevo en el bosque, caminé a traves de miles de árboles, cada uno era único, sus colores, sus texturas, sus tamaños, miraba detenidamente a cada árbol, tratando de memorizar su ubicación.
A lo lejos yo divise la cabaña de ellos, parecía una casita de madera, que parecen de juguete, eran rústicas, sencilla pero increíblemente hermosa al verla no pude evitar sonreír, a pesar de la rabia que sentía.
No podía haber un mejor lugar para ocultarse, miré la casa una vez más, luego me dirigí lentamente hacia la laguna que se encontraba en frente de la casa a unos cuantos metros. Me acerqué a la orilla, y me senté en la hierba, el olor a hierba mojada era lo más notorio, pero no resultaba molestoso. Si no tranquilizante. Metí mis dedos entre la hierba fresca, doblé mis piernas.
Los últimos peromuy luminosos rayos del sol chocaban en contra de la laguna, reflejando su luz por todas partes, era muy brillante, un lucero.
Georgia era un bonito lugar, pero no era nada en comparación a esto, esto era perfecto, esa es la palabra adecuada para describir lo que mis ojos veian. La luz del sol reflejandose en las aguas frías y cristalinas de esa bella laguna, la hierba verde y fresca, el viento suave y cálido que acariciaba mi cara, el olor a flores que no podía identificar, era perfecto. Perfección, si, eso era.
No me moleste en pensar en ese desgraciado que asesino a mi madre, me concentré en ese paisaje único. El crepúsculo, brindandome esos últimos rayos de sol, que anteceden a la oscura noche.
Hermoso- susurre para mí, una sonrisa se volvió a dibujar en mi rostro. Estar escondida no era de mi agrado, pero no tenía elección, mas no todo era malo, no estaba sola, ellos estaban conmigo.
Escuche sus pasos a mucha distancia, se desplazaban con una perfecta sincronía, como si fuera que fueran un solo cuerpo, sus pasos eran precisos, podía escuchar el toque de sus patas contra la tierra. Los pasos de Onix eran suaves, livianos, rozaba sus patas con el suelo, parecía como si flotaran, mientras los de Liam y Ryan eran más fuertes y algo violentos. No voltee a verlos, pero sabía que estaban allí mirandome una manada de distintos colores. Sentí pasos que se aproximaban, no los reconocí, no me moví, sentí un empujón en la espalda con el hocico, gire ligeramente la cabeza hacia el lado derecho y me encontré con la cabeza de un lobo gris en mi hombro, Liam. Sonreí y le acaricie la cabeza a Liam, mi protector, me protege de todo y permitió que me quedara con ellos, ya que es el alfa de la manada. Él se volvió hacia mi, pero ya en su forma humana.
- Que tal? ¿ Fuiste a pasear? Preguntó y se sentó a mi lado con las manos en la hierba como yo los tenía.
- Bien- mentí- emm, si... decidí pasear e ir a pensar cosas, ya sabes sobre que- Damon pense.
- Ahh, si, tu madre- asentí con la cabeza- nosotros...-siguió él- fuimos al parque a jugar un poco, aunque en la forma humana no es tan divertido que como lobo- rió.
- Seguro que no- asegure, él me miro, puso su mano sobre la mía- ya vuelvo- dijo, se levantó de mi lado y se diriguió a su manada. Ryan, Onix, Sebastian y Lucas lo miraban atentamente, algo ansiosos, las expresiones de sus rostros, mucha curiosidad, volteé más para ver mejor.
- Liam les empezó a hablar- Ha salido, creo que fue a buscar a Damon, no estoy seguro, debemos protegerlas de todas formas- hizo énfasis en la última parte. Me estremecí al escuchar ese nombre ¿como Liam lo sabía?, suspire y voltee de nuevo para seguir mirando el paso del agua. Gruñí por lo bajo.
Onix se separo de la manada, corrió en sus cuatro ligeras patas, apoyó su panza por el suelo y se arrastro hasta donde yo estaba, apoyó su cabeza en mi muslo, miro la laguna, luego levanto su mirada. Nuestras miradas se encontraron, le sonreí.
- Si tienes cara de perro no podremos hablar bien- Solté una carcajada, ella quitó su lengua para fuera y estiro sus patas, de un salto se levanto y se diriguió hacía los árboles, en cuestión de segundos se encontraba de nuevo a unos metros de mí, se sentó a mi lado, mientras se arreglaba el cabello con las manos.
- Estas linda así- le dije mientras tocaba su pelo- Pero de loba eres más.
- Si, ya lo se- admitió, ambas nos reímos juntas. Onix se había vuelto mi mejor amiga en el tiempo que llevaba aquí, mi hermana casi ahora, esta era mi familia.
- Emm, Rubia... debo decirte algo que vi en...- no terminó la frase, respiró hondo- parque- siguió diciendo.
- Si? Que viste?- Soné muy curiosa pero no importaba.
- Vi a una chica normal, al menos eso parecía- me miró por un rato, puse mi ojos en blanco- y?- le interrumpí.
- Ella tenía...- hizo una pausa corta- tu libro, y lo estaba leyendo.
- ¿ Mi libro? ¿ Quién es ella? ¿ Como lo tiene?.
- Si, esa cosa que escribías, es una especie de libro, estoy segura que era tuyo, tenía ese “sello” o firma que tú haces “D.D”- con sus dedos dibujó en la arena mis iniciales.
- Oh.- no pude decir nada más.
- No se como lo obtuvo ni quien se la dio, no tengo idea de cómo llego a sus manos- continuó mirando un punto fijo de la laguna.
- Debemos averiguar de esto y sobre... ella- Mi libro ¿ cómo llego a manos de una extraña? Más que nunca lo necesitaba.
- Jajaja. Pude “hablar” con la chica, mucho no pude averiguar jajaja- dijo entre carcajadas, apenas se podía entender entre tantas risas- Fue lo más cómico- agregó despues mientras seguía riendo.
- Ah, si? Que paso?- pergunté, mientras le daba palmadas en su pierna.
- Chica, frisbee, cabeza, café derramado, remera... resultado de una típica comedia y muchos hombres- lobo riendo.
- Jajaja, que hiciste Onix?- reí con ella, y me imagine una manada de lobos en forma humana riendo hasta las lágrimas de una chica atacada por la atolondrada mujer-lobo, Onix.
- ¡ Fue un accidente! ¡ Lo juro!- al decir esto, levantó la mano, como cuando prometes algo.
- Si, claro- las risas nos atacaban de repente a las dos, detrás de nosotros, en esa hermosa y acojedora cabaña, podía escuchar el movimiento de todos, los podía diferenciar perfectamente... Ryan se encontraba en la sala viendo soccer, Sebastian y Lucas urgaban en la cocina en busca de algo para comer, y Liam nos miraba a travez de una de las pequeñas ventanas.
- Mira- le señalé a Onix en direcció a los árboles. La imagen del sol desapareciendo entre los infinitos árboles del bosque, los últimos rayos que marcaban la culminación de otro gran día, en pocos minutos el sol... se había ido.
- Hermoso simplemente- suspiramos las dos- un día perfecto, no?

jueves, 29 de abril de 2010

Capítulo 6. Amigos nuevos.

Llegué al hospital, me estacioné y entré, fui hasta la recepción donde le pregunté a la recepcionista.
- Buenas. Em. Será que puedo hablar con Kate Guppy? Pregunté a la señora que estaba ahí.
- Hola. Depende. Como te llamas? Me dijo con amabilidad.
- Soy Fernanda Guppy. Soy su sobrina. Le respondí tensa.
- Ya la llamo cariño, la puedes esperar por favor?
- Claro, la esperaré. Dije mientras me sentaba en el sofa. Estaba tan desesperada por contarle a tía todo lo que sucedió después de leer el libro. Salió del pasillo y miró por toda la recepción, hasta que se encontró con mi mirada y preocupada vino hasta mí.
- Pasa algo? Por que no estas en el colegio? Me preguntó asustada y enojada a la vez.
- Tía, se que esto puede sonar muy loco pero es que anoche, después de que me llamaste, estaba aburrida y quería leer así que busqué un libro en tu biblioteca- cuando dije lo de libro se ensancharon sus ojos hasta que se volvió a controlar- y encontre uno, THE WAY OR THE MISTERY y empezé a leer, anoche leí hasta cierta parte pero me quedé dormida y tuve una pesadilla muy desagradable, soñe que estaba en el bosque y que una de mis compañeras que se llama Elena Gilbert estaba tirada en el suelo y cuebierta con una planta desde la panza hasta los pies y que tenía una mordida en el cuello y sangraba mucho, cuando le iba a quitar la planta de encima, su novio que se llama Estefan Salvatore...
- Espera, ¿Estefan Salvatore?. Preguntó muy sorprendida cortando la conversación.
- Si... Bueno, como te iba diciendo él me gritó “no la toques” o algo por el estilo y cuando me di vuelta para ver donde se hallaba, él ya estaba enfrente mío y tenía colmillos y venas negras alrededor de sus ojos que eran negros y le tenía en sus brazos a Elena, no se como pero desaparecieron por completo y cuando me di vuelta para ver por donde se fueron o algo así, un hombre alto, de cabellos castaño, estaba como a 10 metros de donde yo estaba, me encontraba muy asustada así que me di la vuelta como para correr pero el ya estaba como a un metro y medio o dos metros de mí, tenía los ojos rojos, pero rojo sangre, hasta que se cambió a un negro como tenía el novio de Elena, mi miraba fijo y luego de un rato de quedarnos inmóviles me sonrió y salto para atacarme o eso es lo que creo y en ese momento desperté, estaba en el suelo y me di un super golpe en la cabeza que me dejó un chichon, eran las cinco y no quería despertarte, así que me duché y después me dí cuenta que ya te habías ido, cuando me estaba peinando en el baño todo se nubló y voví al bosque, de nuevo ví a Estefan que le cargaba en sus brazos a Elena, sin saber como me acerque a ellos y Elena se hallaba inmóvil, estaba blanca, pálida como una muerta, de repente abrió sus ojos y eran rojos como llenos de sangre, en ese momento volví en sí y estaba demaciado asustada y vine junto a ti. Perdon por faltar al colegio, ahora regañame todo lo que quieras.
- No, cariño, no tengo por que regañarte, em, seguro que solo fue una pesadilla por lo del libro, tranquila, si no quieres ir al colegio no vayas y mañana te pones al día. Ok? Le verdad me extraño con la tranquilidad que tomo lo de la falta de hoy, pero tenía que preguntarle algo más importante.
- Esta bien, pero tía, de donde sacaste ese libro? No sabía que te gustaban esas cosas..
- Em. Lo tenía tu abuela y yo lo heredé de ella. Dijo en forma entrecortada por lo nerviosa que estaba así que cambie de tema.
- Ah. No tengo ganas de ir a casa, iré a la cafeteria a desayunar, no te importa, verdad?
- No, luego hablamos, tengo que irme. Te quiero cariño y solo fue una pesadilla. Me dijo dándome un beso en la frente.
- Yo tembién te quiero, adiós. Le respondí yéndome hacia el estacionamiento.
Conduje hasta El Grill en donde pedí un capuccino para llevar por que quería sentarme en la plaza de enfrente y leer un poco más del libro, aunque tenga pesadillas y vea cosas que no son ese libro me atraía bastante como para dejar de leerlo. Así que fui a la plaza y me senté en un banco. En Mistic Folls casi todo era verde y colores vivos por los árboles y las plantas que me quedaba un buen rato viendo la naturaleza que me rodeaba. Abrí el libro y sin querer se cayó en el suelo, se quedó en una página que me había saltado, lo levante del piso y pude leer mejo lo que decía: “PROPIEDAD PRIVADA”, lo cual me pareció raro por que las siguientes páginas estaban en blanco. Por qué un libro tendría páginas blancas? Acaso él o la que llegó a escribir no lo habría terminado?. Esto me daba más curiosidad para seguir leyendo el libro. Retomé la lectura en donde me había quedado, las brujas.
Decía que la mayoría descubrían sus poderes en la adolescencia y podía controlar sus poderes a través de los ojos, que cuando se enojaban podían explotar y romper cosas con la mente. A medida que acumulaban sus iras y enojos más crecía su poder. Casi siempre cuando presionaban sus poderes o trataban de conjurar un gran hechizo se debilitaban bastante y en algunos casos morían. Y cuando ellas tenían hijos solo las niñas heredaban sus poderes, en algunos casos raros cuando las madres daban a luz las niñas le quitaban el poder a la madre , dejandola mortal.
Estaba leyendo tan tranquilamente y tomando sorvitos de mi café cuando de repente, AUCH! MI CABEZA!, QUEMA! QUEMA! QUEMA!, alguien me había acertado con su frisbee en la cabeza y a causa de eso me había derramado el café en la blusa, que me quemé. Tiré el libro por instinto al suelo para que no se mojara y empezé a saltar tratando de que mi blusa no tocara mi panza por que de verdad dolía, mi remera se arruinó al igual que mi jean.
- Estás bien? Preguntó una voz de mujer detrás de mí, giré para ver quién me hablaba, era una chica alta, de cabello castaño negro, ojos marrones y tez morena, era bastante linda.
- Si, quema. Dije adolorida.
- Lo siento, no lo pude atrapar. Te ayudo? Me dijo algo avergonzada.
- No, gracias, iré a casa a cambiarme, total la blusa ya está manchada. Le respondí.
- Por cierto, me llamo Onix. Me pasó la mano por educación.
- Hola, soy Fernanda. Dije el mismo tiempo que le pasaba la mano.
- Encerio te ayudo.allá tengo un saco, no es muy lindo pero por lo menos está limpio. Insistió señalando con la mano hacía la dirección izquierda.
- Bueno, ya que insistes. Alcé la cartera, ya me iba cuando ella me preguntó.
- Ese libro es tuyo, no? Dijo señalando el libro que estaba en el piso.
- Si, me lo pasas por favor? Le pedí con amabilidad. Cuando alzó el libro del suelo, lo pudo mirar mejor y se puso nerviosa.
- Sabes quien escribió este libro? Pregunto tartamudeando.
- Un tal D. D. Por?
- No, am, por nada. Vamos. Me dijo guiandome hacia donde estaba un grupo de chicos.
Mientras caminabamos hacia la dirección de ellos, ella seguía mirando curiosamente el libro. Llegamos a un grupo donde estaban 4 chicos, todos altos y musculosos.
- Ellos son mis hermanos. Dijo Onix seriamente. –El es Liam, el es Ryan, Sebastian y Lucas-. Dijo señalando a cada uno. Todos ellos se miraron unos a los otros y luego miraron el libro que atajaba Onix.
- Em, Fernanda, en el auto está el saco, Sebastian, la puedes ayudar por favor? Tengo que arreglar algo aquí. Dijo ella al tiempo que le echaba una mirada furtiva a Liam.
- Claro, hmm, ven. Me dijo Sebastian, era un chico muy alto, mediría unos 2 metros o cerca, de tez morena y ojos negros, tenía oyuelos y era muy lindo, tan musculoso que parecía un verdadero levantador de pesas, me llevó hasta una vieja furgoneta.
- Y.. dime.. como te llamas? Me preguntó con amabilidad mientras buscaba el saco dentro de la furgoneta.
- Fernanda, y tu.. Sebastian, verdad?
- Ajá, y como exactamente te manchaste la remera? Preguntó mirando fijamente en la enorme mancha de la blusa.
- Onix, me tiró el frisbee a la cabeza, y a causa de eso me derrame el café. Le respondí poniendo los ojos en blanco y suspirando.
- Ahh.. ya veo.. dijo riéndose. Salió del auto.
- Aquí tienes. Me dijo pasandome un saco de lanilla color crema. Me la puse inmediatamente y olia raro, como a perro mojado, pero no le di mucha importancia por que no tenía otra opción.
- Gracias, luego la devolveré, no soy ladrona. Le dije con una sonrisa.
- Seguro. Vamos. Me dijo mientras nos dirigíamos de nuevo hacia el grupo.- el libro que tenía mi hermana era tuyo?- me preguntó con bastante interés.
- La verdad encontré en la biblioteca de mi tía y me puse a leer. Le expliqué, quisiera saber por que ahora todos tienen interés en ese libro.
- Ah. Ya veo. Llegamos al grupo, Sebastian se fue junto a Liam y le dijo algo en el oído. Vi que Onix estaba sentada en el cesped leyendo el libro, mi libro, fui hasta ella y me sente a su lado. Me miró y sonrió.
- Ya volviste, te queda bien. Dijo mirando el saco.
- Si, gracias, pasa mañana por el colegio y te lo doy. Te parece?
- Esta bien. Entonces nos vemos. Hmm. Toma tu libro. Me dijo pasándome el libro con una sonrisa un poco fingida. Se levantó y se fue hacia Liam, entonces todos se levantaron y se despidieron de mí y se fueron.

sábado, 17 de abril de 2010

Capitulo 5 La pesadilla

Después de la ducha estaba más tranquila y no tenía ganas de ir al colegio, así que decidí ir al trabajo de tía Kate para perguntarle de donde sacó el libro y contarle mi pesadilla. Me puse unos jeans gastados y como no hacía tanto frío afuera me puse un mangas largas de color turquesa, me estaba peinando frente al espejo del baño pero de repente todo se nubló, no veía nada y no me podía mover, mi cuerpo no respondía, hasta que me veo de nuevo en el bosque y a lo lejos de nuevo a Estefan con Elena en sus brazos, él la agarraba fuertemente como si no quisiera que la toquen y ella estaba blanca como una muerta, inmóvil, dormida en los brasos de su amado, sin saber como, me acerco a ellos, cuando estaba a 2 metros de ellos, ella abre los ojos, estaban llenos de sangre y de repente vuelvo a la realidad, empezé a gritar como loca, todo era tan confuso, ya no quería estar ahí así que tome El libro, las llaves de auto ,mi cartera y salí corriendo de mi habitación, pase de largo la cocina, tenía hambre pero no podía permanecer ni un minuto más en la casa, salí por la puerta, la llaveé y corrí hacía el garage pero tropecé con una piedra y caí al suelo, no sentí el dolor por que estaba tan asustada y traté de levantarme lo más rápido posible, pero no pude por que me había mareado, intente otra vez pero de nuevo no pude, alguien me habló.
- ¿Estas bien? Pregunto un chico detrás de mí. Me gire para ver quién me hablaba. Era un chico alto, de cabello castaño claro, iba vestido con pantalones pesqueros y una camisa blanca.
- Eso creo... tengo que.. dije en forma entrecortada.
- ¿ Te ayudo? Me dijo laventandome del suelo.
- Gracias. Em... es que estaba un poco apurada. Dije mientras me miraba las manos.
- Te lastimaste? Preguntó mirando mis manos.
- Eso creo.. me raspe.. le conteste al tiempo que recogía mi cartera del piso.
- Entonces no es nada grave.. por cierto soy Daniel, vivo al lado. Dijo señalando con el dedo.
- Oh. Ya. Fernanda Guppy. Y vivo aquí. Señalé la casa.
- Eres hija de la señora Kate? Preguntó con hostilidad.
- No. Soy su sobrina, me mudé la semana antepasada. Respondí justificandome.
- Ah... Porque sería raro que ella no nos diga que tenía una hija. Dijo más tranquilidad.
- Bueno, perdon pero me tengo que ir. Hablamos luego. Le dije mientras me daba vuelta y me dirigía hacia el garage.
- Ok. Adios. Se despidió y cruzó la calle.
Me subí al auto, arranqué y me dirigí rápidamente hacia el hospital. Ya me empezaba a doler las manos, pase el colegio sin preocuparme por quien me viera, iba tan concentrada en que le iba a decir a tía sobre la pesadilla y el libro sin que ella me regañase por faltar a clases siendo mi segundo día. No prestaba tanta atención a la calle, cuando de pronto vi adelante del auto al hombre de ojos rojos de mi sueño, frené bruscamente para no atropellarle que las ruedas del auto rechinaron, salí del auto pero no había nadie, yo lo había visto, ya estaba viendo cosas que no eran, los autos de atrás me bocinaban así que subí al auto y seguí mi camino. No era posible, el hombre estaba frente a mi auto y de pronto desaparece, creo ya me estaba volviendo loca en algún sentido.

domingo, 11 de abril de 2010

Capítulo 4- El sueño

El resto del día estuvo tranquilo, menos por las miradas hacia mí que me incomodaron la mayor parte del tiempo. A la salida me despedí de Elena y los demás escepto Caroline a la que pase de largo para mi felicidad. Llegué a casa, me duché y empeze a hacer las tareas, después vi un poco de televisión, ya estaba bastante aburrida que comencé a buscar un libro en la biblioteca de tia Kate, allí había de todo: libros de cocina, de carpinteria, de astronomía, de la guerra mundial, en fin, de todo!. Ya estaba cansándome de seguir buscando ya que ninguno me interesaba; hasta que encontre un título llamativo THE WAY OR THE MISTERY, me sonó interesante aunque parecía cursi con todo eso de lo “sobrenatural” o “paranormal”, nunca creí en esas cosas pero había algo que me atraía hacia el libro, empezé a hojear para ver como era, pero sin saber como una fuerza me hizo ir a la primera página, pense que quiza fuese el viento pero la ventana estaba cerrada, no le di más importancia y me puse a leer desde la dedicatoria que decía:
Yo nunca creí en esto pero...
D. D.
D.D.? Qué significaría? Dejé de pensar en eso y cambié de página, en el primer capítulo habla sobre espíritus del más allá, de almas perdidas, de brujas y de vampiros. Vampiros! Esto ya es demasiado, la autora estaba muy loca cuando escríbió el libro, en ese momento sonó el teléfono y fui a contestar, era tía, dijo que llegaría tarde por que encontraron una persona herida en el bosque y que no la espere, se despidió y colgué.
no tenía hambre así que fui a mi habitación y volví a retomar la lectura desde donde me había quedado, leí sobre las almas perdidas y fantasmas hasta que nodí más y me quedé dormida, de repente me veo en un bosque, era de noche, hacía frio, empezé a caminar por un sendero hasta que vi a alguien tirado en el piso fui corriedo hasta la persona y me dí cuenta que era Elena, grité por ayuda pero nadie me escuchaba, Elena estaba cubierta desde el estómago hasta los pies con una planta, pero en el cuello tenía una mordida y sangraba mucho, iba a quitarle la planta que la rodeaba pero alguien me gritó desde lo lejos: ¡ NO LA TOQUES!, era una voz conocida pero monstruosa a la vez, cuando me dí vuelta para ver quien era Estefan ya estaba enfrente mío, me miro con cara de desesperación y sin saber como ya tenía en sus brazos a Elena, y desapareció como por arte de magia, me quedé sola en el bosque cuando me di vuelta un muchacho estaba a dos metros de donde yo estaba, el estaba inmóvil y tenía los ojos rojos, del susto iba a darme vuelta y correr lo más que pudiera pero al hacer eso el chico ya estaba a 10 centímetros de mí, sus ojos rojos cambiaron a negros, me sonrió y luego se tiró encima mío
En ese momento desperté, me había caído de la cama y dado un fuerte golpe en la cabeza, estaba sudando la gota gorda y estaba muy aturdida, todavía era oscuro, me levanté del suelo y miré el reloj, eran las cinco de la mañana, no quise dormir más por temor a soñar de nuevo así que fui a darme una ducha y esperar a que este más tranquila.

viernes, 2 de abril de 2010

Capítulo 3 LA CONVERSACIÓN

Nos sentamos en nuestros lugares, en la fila del medio, me senté delante de Elena, miré el horario y vi que tenía dos horas de literatura (ABURRIDO), en el preciso momento que entraba una señora pelirroja, de estatura mediana y anteojos grandes. Camino hasta el escritorio donde dejo un bolso y una carpeta roja, luego se dio la vuelta a mirar a todos los de adelante, tenía cara de pocos amigos, con la mirada inspeccionó a todos pero no llego a veme a mí. Se fue otra vez al escritorio en donde agarró la carpeta roja y empezó a llamar la lista, llamo a todos y llegó a mí:
- Fernanda Montiel? Preguntó con curiosidad, seguro no le sonó el nombre entre todos sus diablillos.
- Presente... dije bastante alto del nerviosismo que todos se dieron vuelta a mirarme. Recorcholis! Lo que me faltaba... pensé.
- Tú eres nueva? Dijo mirándome encima de sus lentes.
- Emm... si. Respondí más bajo que la primera vez.
- Ah. Será un placer tenerte en mi clase siempre y cuando mantengas la cordura. Dijo con una voz autoritaria.
- Ok. No habrá ningún problema de mi parte. Le respondí cortante mirándole fijamente, nos quedamos así mínimo un minuto. No sé que me pasó para hacer eso pero lo que si se es que ya van dos personas a mi lista negra.
Luego de nuestro enfrentamiento como judíos contra nazis, la profesora dio un trabajo de Julio Verne, era bastante largo pero como ya había leído la obra la terminé rápidamente y fui a mostrarle a la señora cuatro ojos. Se quedó sorprendida al ver que termine, así que para evitarse de tener que felicitarme me dejo salir afuera.
Salí y empecé a caminar por el patio, casi nadie estaba afuera, que me fui y me senté en un banco y empecé a mirar los árboles hasta que alguien habló
- Hola. Te molesta si me siento aquí. Era Estefan que estaba parado enfrente al banco.
-Claro! Porque no? Dije con amabilidad.
- Gracias. Fue todo lo que dijo por un largo rato hasta que corte el silencio.
- Y dime... por que no entraste a clases? Pregunté con verdadera curiosidad.
- Am. La verdad no tenía ganas de estar allí. Respondió con sinceridad y me miró directo a los ojos y percibí sufrimiento.
- No será por otra cosa... Algo como Elena? Pregunté de nuevo... exelente, ahora pensará que soy una entrometida.
- La verdad que sí. Es complicado estar en el mismo lugar que ella sin tener ganas de abrazarla sabiendo que no puedes.
- Pero si es tu la quieres por que puede ser complicado estar con el amor de tu vida?
- Porque aunque sea el amor de tu vida no siempre la puedes tener a tu lado. Me respondió bastante triste y forzando las palabras.
- Si yo fuera tú no permitiría que nadie ni nada me quite al amor de mi vida, y creo que eso debes hacer tú. Le aconsejé desde lo más profundo de mi corazón, y era verdad, yo no era capaz de ser racionable y dejar que el amor de mi vida se vaya.
- Si yo pudiera... dijo suspirando.
- Supongo que no se bien en la situación en la que estas así que mejor me callo. Dije desviando su mirada.
- Gracias, creo que eres la primera persona que se calla y no me presiona.
- Wow. De nada. Le respondí con amabilidad.
En ese momento sonó la campanilla, Estefan se paró.
- Bueno, me tengo que ir. Dijo estirándose.
- Yo también creo que me tengo que ir. Perdón si molesté con mi sinceridad. Le dije algo avergonzada.
- No! Para nada, de hecho gracias. Respondió con dulzura.
- De nada. Adiós. Dije levantándome y yéndome hacia mi siguiente clase.

sábado, 13 de marzo de 2010

capitulo 2-HAY GENTE AMABLE Y OTRAS EXAGERADAMENTE AMABLES.( Y OTRAS NO TANTO)

- Hola Elena! Dijo el rubio animado por verle a ella, creo que ella si llama la atención, pensé para mis adentros.
- Hola Matt. Dijo ella tranquilamente, y luego se giro hacia mi. – Matt ella es Fernanda Guppy, ella es nueva y sera nuestra compañera.
- Hola. Mucho gusto. Dijo pasandome la mano.
- Hola! El gusto es mio. Dije amablemente mirandole fijamente en los ojos, me di cuenta que el estaba nervioso, seguramente por la forma en que le mire, entonces alejé mi mirada para otro lado.
- Hola! Soy Nick, seré tu compañero, estoy a tus ordenes para lo que quieras, ya sabes, trabajos prácticos, lo que quieras. Esto honestamente me asustó, me bastaba con un “hola, que tal?” pero la verdad, trate de no demostrarle mi molestia.
- Hola. Gracias, lo tomaré en cuenta. Dije algo nerviosa. Y al parecer Matt se dio cuenta de mi reacción.
- Nick, mejor controlate, no? Le dijo despacio para que yo no me dé cuenta, pero al parecer no le salio bien la jugada.
- Ok.. ok.. le dijo algo molesto con él, seguramente por haber arruinado su entusiasmo.
- De donde eres? Pregunto Matt.
- Soy de Inglaterra pero la mayor parte de mi vida la pasé en Sudamérica. Dije con orgullo la última palabra, me sentía más orgullosa ser sudaméricana que inglesa.
- Ah. Que interesante. Y de que parte de Sudamérica? Preguntó ansioso Nick por mi respuesta.
- De Paraguay. Cuando dije el país ellos se miraron unos a los otros, como si no supieran donde quedaba el país.- Que queda en el centro de Sudamérica, dije apresuradamente para no pasar una vergüenza por no saber donde quedaba.
- Ahh.. Dijeron rapidamente al saber la ubicación.
Entonces sonó la campilla, se despidieron y se fueron a sentar hacia atrás. En ese momento entraron a la clase dos chicas, una rubia, bastante linda, con aspecto engreído pero amable, y la otra de piel marron, cabello castaño oscuro, también linda. Pareciera que estaban buscando a alguien, miraron a Elena y vienieron medio corriendo para habrazarle a ella.
- Elena! Te extrañe mucho este tiempo que no nos vimos, me pareció una eternidad.
- Hola Carol! Yo también te extrañe. Extrañe todas tus locuras!.
- Me imagino! Pero ya estamos juntas otra vez, asi ya no extrañaras nada de lo que yo hacía. Luego la chica rubia giro para mirarme, y sonrió.
- Hola! Soy Caroline. Y tú?
- Yo soy Fernanda Guppy. Soy nueva y creo que seré tu compañera.
- Ah! Eres la nueva de la que todos hablan! Mucho gusto y si, seré tu compañera.
- Todos hablan de mí? Eso no es justo, hasta el momento traté de pasar desapercibida pero veo que no funcionó.
- Si. Eso es lo molestoso de ser nueva. Nadie deja a de hablar de ti en una semana o algo por el estilo.
- Creo que desde ahora vendré sólo a para cuando suene el timbre.
- No creo, aparte llamar la atención es divertido! Dijo con un tono de voz presumido.
- Para mí es el infierno. Odio eso! Dije mostrando una cara de disgusto, luego Caroline me fulminó con la mirada, entonces la otra se adelantó para saludarme.
- Hola! Soy Bonnie. También seré tu compañera.
- Oh! Mucho gusto Bonnie!
- Hace cuanto que estás por aquí?
- Hace dos meses, vivía en Georgia. Pero extrañaba mucho a mi tía así que decidí venir a vivir con ella.
- Y tus padres?
- Mi madre murió cuando yo nací y mi padre se la pasa viajando que no tiene tiempo para mí.
- Ahm. Perdón si molestó la pregunta. Bonnie dijo con un tono apenado.
- No! No importa por que ya estoy acostrumbada a ello.
En ese momento Caroline agarra del brazo a Bonnie.
- Bueno! Basta de convarsaciones! El profesor ya estará por llegar y tenemos que ir a nuestro lugares BON! Me miró con una risa fingida y luego miro a Bonnie con cara de pocos amigos y la arrastro hacia atrás.
- Hablaremos luego Fer! Dijo sonriendome y dejandose llevar por Caroline.
Me parece que esa rubia de verdad me cae mal, así que me mantendré alejada de ellas para no rozes. Me dije para mis adentros.
- Lo siento. Ella es un poco pesada en algunas cosas, pero seguro que luego se le pasa. Me dijo Elena tratando de convencerme con sus palabras, pero lstimosamente esa blanca, charlatana y engreída no tendrá ningún tipo de trato de parte de mí.
- Si, supongo quese le pasará. Mentí para que no se preocupara de mi reacción hacia Caroline.

capitulo 1- NUEVA

Ese día me desperté nerviosa y entusiasmada a la vez, era mi primer día de clases, en mi hogar nuevo, Mistic Folls. No sabía que esperar entonces me preparé despacio esperando que el tiempo pasase y llegue justo cuendo sonace el timbre y tenga que entrar únicamente a clases.
Mi tía Kate me preparó el desayuno, me deseó buena suerte y se fue al trabajo.
Me quedaba una hora libre, así que comí más lento. Cuando faltaba 20 minutos para las ocho, agarré mi bolso, las llaves de la casa y del auto y salí por la puerta abriendo a lo nuevo y desconocido. Llaveé la puerta y fui hacia el garage en donde estaba mi auto. Un toyota Surf negro. Tía se las había arreglado para comprarme, ya que era imposible que me lleve y me busque del colegio porque no podía salir del hospital donde trabajaba como enfermera.
Era un día soleado y la temperatura estaba fresca, pero no hacía frío, así que me puse una manga tres cuarto amarillo, un jean chupin azul marino, y un sapato amarillo, ya que era primer día tenía que demostrar mi instinto por la moda.
Subí al auto y conduje hasta el colegio. Me estacioné debajo de un árbol que daba sombra. Salí del auto y las personas que estaban ahí me miraban con diferentes expresiones en sus caras, un alto me comía con la mirada, por lo que me tapé adelante con el bolso, un bajito me miraba con desprecio, lo cual no me importo por que ya estaba mentalizada que a muchos no les iba a caer bien, y otra me miraba con amabilidad lo cual me dejó tranquila pero no del todo.
Caminé pasando enfrente de todos pero traté de pasar desapercibida caminando rápido hasta el baño de mujeres, entré, me arreglé el cabello y respiré profundo tratando de mantener la calma.
Cuando estaba por salir choqué con una chica cayendóse mis cosas y las de ella, era trigueña, cabello castaño y ojos marrones, las dos nos agachamos al mismo tiempo para agarrar nuestras cosas.
- Cuanto lo siento! Le dije, sonriendo avergonzadamente.
- No! Disculpame a mí! Estaba distraída! Dijo con un tono apenado.
- No hay problema! Dije alzando las cosas del piso al mismo tiempo que ella. – No destruí tanto el celular, o si? Si es así te pago el arreglo del o algo por el estilo! Hablé con un tono avergonzado y nervioso.
- No! Para nada! Dijo verificando el celular. – Está perfectamente, perdón, no me presente, soy Elena Gilbert. Dijo pronunciando su apellido con repentino enojo.
- Soy Fernanda Guppy, soy nueva.
- En que clase vas?
- Ultimo año.

- ah! Igual que yo! Creo que seremos compañeras. Me dijo tratando de disimular la tristeza de su voz.
- Oh! Em! Si no es mucha molestia sera que puedo ir contigo a clases, no se donde queda! Dije medio avergonzada.
- Claro! No hay problema! Vamos? Me dijo algo apresurada.
- Si. Respondí con hilo de voz.
Mientras caminabamos me enseñaba todas las clases, y yo asentía tratando de no olvidarme del lugar. Justo en ese momento Elena se quedo quieta mirando a un chico alto, castaño, musculoso y con un anillo bastante grande y llamativo en la mano izquierda, ella le miraba con tristeza y él tambien, hasta que él suspiró y vino hacia nosotras, se quedó a un metro y medio de nosotras, noté la tensión entre ellos dos, hasta que ella habló.
- Hola. Hum, perdon, no te pude devolver la llamada de anoche. Dijo con incomodidad.
- Hola. No hay problema. Dijo tratando de disimular la preocupación de su voz.
- Ah! Ella es Fernanda Guppy, es nueva y va a ser nuestra compañera en nuestro curso. Dijo con un tono alegre.
- Hola! Un gusto, Estefan Salvatore. Me dijo asintiendo con la cabeza, me parecia muy de epoca, del siglo XVIII, buen mozo diría yo.
- Hola. Em, gracias. Dije medio timida.
- Asi que serás nuestra compañera.. dijo no tan interesado en mi respuesta.
- Sii..
En ese momento Elena me agarro de la mano y me llevo hacia la clase, dejando a Estefan atrás. Estefan se quedo quieto mirando tristemente a Elena, y despues se dirigio hacia el baño de hombres. Despues de un momento Elena para y me dice:
- Perdon por traerte asi hasta acá pero no quería seguir ahí.. Me sentí incomoda.. me dijo con un tono de voz triste.
- El.. Te puso incomoda o que? Pregunte bastante confundida.
- La verdad que si.. El es mi novio.. pero no estoy segura de que sigamos por mucho tiempo.. me afirmo con una sinceridad en los ojos.
- Estefan? Pero parece amable. Dije tratando de defenderle, no se porque.
- El es mi mundo, pero hace unas semanas mi mundo se volteo al revez.
- Pero por que? Pregunte super curiosa, temiendo que no me responda y parecer muy curiosa reprendí rapidamente- pero si no me queres decir no importa, de verdad.
- Gracias por entender. Me dijo tratando de sonreir pero la verdad no le salio ni un poquito.
- De nada. Dije decepcionada por no querer contarme, pero en ese momento reflexione y me di cuenta que quizás cuando me tenga mayor confianza me lo contaría sin problemas.
- Em.. Bueno, esta es nuestra clase. Me comento y haciendome entrar.
La verdad no era tan grande como me imagine, pero me gusto lo armonioso y fresco que se veia.
- Que te parece?
- Es muy lindo, me gusta. La verdad es que si me gustaba por que daba la vista al patio.
- Si. Es bastante lindo. Dijo coincidiendo conmigo.
- En el curso somos un total de 25 personas. Me comento animada, pero no del todo.
- Que pocos. En la universidad donde estaba anteriormente eramos un total de 40 personas. Dije feliz.
- Si que eran muchos! Dijo animada por el comentario que hice.
En ese momento entran dos muchachos muy lindos, uno rubio, alto y de ojos claros, el otro con cabello castaño oscuro, piel blanca y ojos verdes. Inmediatamente cuando entramos los dos me miraron sorprendidos y curiosos, lo cual no me gusto por la sencilla razón de que no me gusta llamar la atención. Luego vinieron hacia nosotras, y se quedaron a un metro y medio de nosotras.