jueves, 29 de abril de 2010

Capítulo 6. Amigos nuevos.

Llegué al hospital, me estacioné y entré, fui hasta la recepción donde le pregunté a la recepcionista.
- Buenas. Em. Será que puedo hablar con Kate Guppy? Pregunté a la señora que estaba ahí.
- Hola. Depende. Como te llamas? Me dijo con amabilidad.
- Soy Fernanda Guppy. Soy su sobrina. Le respondí tensa.
- Ya la llamo cariño, la puedes esperar por favor?
- Claro, la esperaré. Dije mientras me sentaba en el sofa. Estaba tan desesperada por contarle a tía todo lo que sucedió después de leer el libro. Salió del pasillo y miró por toda la recepción, hasta que se encontró con mi mirada y preocupada vino hasta mí.
- Pasa algo? Por que no estas en el colegio? Me preguntó asustada y enojada a la vez.
- Tía, se que esto puede sonar muy loco pero es que anoche, después de que me llamaste, estaba aburrida y quería leer así que busqué un libro en tu biblioteca- cuando dije lo de libro se ensancharon sus ojos hasta que se volvió a controlar- y encontre uno, THE WAY OR THE MISTERY y empezé a leer, anoche leí hasta cierta parte pero me quedé dormida y tuve una pesadilla muy desagradable, soñe que estaba en el bosque y que una de mis compañeras que se llama Elena Gilbert estaba tirada en el suelo y cuebierta con una planta desde la panza hasta los pies y que tenía una mordida en el cuello y sangraba mucho, cuando le iba a quitar la planta de encima, su novio que se llama Estefan Salvatore...
- Espera, ¿Estefan Salvatore?. Preguntó muy sorprendida cortando la conversación.
- Si... Bueno, como te iba diciendo él me gritó “no la toques” o algo por el estilo y cuando me di vuelta para ver donde se hallaba, él ya estaba enfrente mío y tenía colmillos y venas negras alrededor de sus ojos que eran negros y le tenía en sus brazos a Elena, no se como pero desaparecieron por completo y cuando me di vuelta para ver por donde se fueron o algo así, un hombre alto, de cabellos castaño, estaba como a 10 metros de donde yo estaba, me encontraba muy asustada así que me di la vuelta como para correr pero el ya estaba como a un metro y medio o dos metros de mí, tenía los ojos rojos, pero rojo sangre, hasta que se cambió a un negro como tenía el novio de Elena, mi miraba fijo y luego de un rato de quedarnos inmóviles me sonrió y salto para atacarme o eso es lo que creo y en ese momento desperté, estaba en el suelo y me di un super golpe en la cabeza que me dejó un chichon, eran las cinco y no quería despertarte, así que me duché y después me dí cuenta que ya te habías ido, cuando me estaba peinando en el baño todo se nubló y voví al bosque, de nuevo ví a Estefan que le cargaba en sus brazos a Elena, sin saber como me acerque a ellos y Elena se hallaba inmóvil, estaba blanca, pálida como una muerta, de repente abrió sus ojos y eran rojos como llenos de sangre, en ese momento volví en sí y estaba demaciado asustada y vine junto a ti. Perdon por faltar al colegio, ahora regañame todo lo que quieras.
- No, cariño, no tengo por que regañarte, em, seguro que solo fue una pesadilla por lo del libro, tranquila, si no quieres ir al colegio no vayas y mañana te pones al día. Ok? Le verdad me extraño con la tranquilidad que tomo lo de la falta de hoy, pero tenía que preguntarle algo más importante.
- Esta bien, pero tía, de donde sacaste ese libro? No sabía que te gustaban esas cosas..
- Em. Lo tenía tu abuela y yo lo heredé de ella. Dijo en forma entrecortada por lo nerviosa que estaba así que cambie de tema.
- Ah. No tengo ganas de ir a casa, iré a la cafeteria a desayunar, no te importa, verdad?
- No, luego hablamos, tengo que irme. Te quiero cariño y solo fue una pesadilla. Me dijo dándome un beso en la frente.
- Yo tembién te quiero, adiós. Le respondí yéndome hacia el estacionamiento.
Conduje hasta El Grill en donde pedí un capuccino para llevar por que quería sentarme en la plaza de enfrente y leer un poco más del libro, aunque tenga pesadillas y vea cosas que no son ese libro me atraía bastante como para dejar de leerlo. Así que fui a la plaza y me senté en un banco. En Mistic Folls casi todo era verde y colores vivos por los árboles y las plantas que me quedaba un buen rato viendo la naturaleza que me rodeaba. Abrí el libro y sin querer se cayó en el suelo, se quedó en una página que me había saltado, lo levante del piso y pude leer mejo lo que decía: “PROPIEDAD PRIVADA”, lo cual me pareció raro por que las siguientes páginas estaban en blanco. Por qué un libro tendría páginas blancas? Acaso él o la que llegó a escribir no lo habría terminado?. Esto me daba más curiosidad para seguir leyendo el libro. Retomé la lectura en donde me había quedado, las brujas.
Decía que la mayoría descubrían sus poderes en la adolescencia y podía controlar sus poderes a través de los ojos, que cuando se enojaban podían explotar y romper cosas con la mente. A medida que acumulaban sus iras y enojos más crecía su poder. Casi siempre cuando presionaban sus poderes o trataban de conjurar un gran hechizo se debilitaban bastante y en algunos casos morían. Y cuando ellas tenían hijos solo las niñas heredaban sus poderes, en algunos casos raros cuando las madres daban a luz las niñas le quitaban el poder a la madre , dejandola mortal.
Estaba leyendo tan tranquilamente y tomando sorvitos de mi café cuando de repente, AUCH! MI CABEZA!, QUEMA! QUEMA! QUEMA!, alguien me había acertado con su frisbee en la cabeza y a causa de eso me había derramado el café en la blusa, que me quemé. Tiré el libro por instinto al suelo para que no se mojara y empezé a saltar tratando de que mi blusa no tocara mi panza por que de verdad dolía, mi remera se arruinó al igual que mi jean.
- Estás bien? Preguntó una voz de mujer detrás de mí, giré para ver quién me hablaba, era una chica alta, de cabello castaño negro, ojos marrones y tez morena, era bastante linda.
- Si, quema. Dije adolorida.
- Lo siento, no lo pude atrapar. Te ayudo? Me dijo algo avergonzada.
- No, gracias, iré a casa a cambiarme, total la blusa ya está manchada. Le respondí.
- Por cierto, me llamo Onix. Me pasó la mano por educación.
- Hola, soy Fernanda. Dije el mismo tiempo que le pasaba la mano.
- Encerio te ayudo.allá tengo un saco, no es muy lindo pero por lo menos está limpio. Insistió señalando con la mano hacía la dirección izquierda.
- Bueno, ya que insistes. Alcé la cartera, ya me iba cuando ella me preguntó.
- Ese libro es tuyo, no? Dijo señalando el libro que estaba en el piso.
- Si, me lo pasas por favor? Le pedí con amabilidad. Cuando alzó el libro del suelo, lo pudo mirar mejor y se puso nerviosa.
- Sabes quien escribió este libro? Pregunto tartamudeando.
- Un tal D. D. Por?
- No, am, por nada. Vamos. Me dijo guiandome hacia donde estaba un grupo de chicos.
Mientras caminabamos hacia la dirección de ellos, ella seguía mirando curiosamente el libro. Llegamos a un grupo donde estaban 4 chicos, todos altos y musculosos.
- Ellos son mis hermanos. Dijo Onix seriamente. –El es Liam, el es Ryan, Sebastian y Lucas-. Dijo señalando a cada uno. Todos ellos se miraron unos a los otros y luego miraron el libro que atajaba Onix.
- Em, Fernanda, en el auto está el saco, Sebastian, la puedes ayudar por favor? Tengo que arreglar algo aquí. Dijo ella al tiempo que le echaba una mirada furtiva a Liam.
- Claro, hmm, ven. Me dijo Sebastian, era un chico muy alto, mediría unos 2 metros o cerca, de tez morena y ojos negros, tenía oyuelos y era muy lindo, tan musculoso que parecía un verdadero levantador de pesas, me llevó hasta una vieja furgoneta.
- Y.. dime.. como te llamas? Me preguntó con amabilidad mientras buscaba el saco dentro de la furgoneta.
- Fernanda, y tu.. Sebastian, verdad?
- Ajá, y como exactamente te manchaste la remera? Preguntó mirando fijamente en la enorme mancha de la blusa.
- Onix, me tiró el frisbee a la cabeza, y a causa de eso me derrame el café. Le respondí poniendo los ojos en blanco y suspirando.
- Ahh.. ya veo.. dijo riéndose. Salió del auto.
- Aquí tienes. Me dijo pasandome un saco de lanilla color crema. Me la puse inmediatamente y olia raro, como a perro mojado, pero no le di mucha importancia por que no tenía otra opción.
- Gracias, luego la devolveré, no soy ladrona. Le dije con una sonrisa.
- Seguro. Vamos. Me dijo mientras nos dirigíamos de nuevo hacia el grupo.- el libro que tenía mi hermana era tuyo?- me preguntó con bastante interés.
- La verdad encontré en la biblioteca de mi tía y me puse a leer. Le expliqué, quisiera saber por que ahora todos tienen interés en ese libro.
- Ah. Ya veo. Llegamos al grupo, Sebastian se fue junto a Liam y le dijo algo en el oído. Vi que Onix estaba sentada en el cesped leyendo el libro, mi libro, fui hasta ella y me sente a su lado. Me miró y sonrió.
- Ya volviste, te queda bien. Dijo mirando el saco.
- Si, gracias, pasa mañana por el colegio y te lo doy. Te parece?
- Esta bien. Entonces nos vemos. Hmm. Toma tu libro. Me dijo pasándome el libro con una sonrisa un poco fingida. Se levantó y se fue hacia Liam, entonces todos se levantaron y se despidieron de mí y se fueron.

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